Creo que me uniré a la causa y bajaré el telón de mi amor. Ahora se lleva el celibato, el otro día hablando en una terraza de Madrid se lo comenté a un amigo, cuyos consejos son muy acertados. El pobre asintió con estupor ante mi nueva forma de autoflagelación (dicho por él).
Discrepo con el adjetivo, para mí celibaro no es un castigo, es la forma de esperar al especial, que los besos no sean para un cualquiera , sino para el 'right one'.
No voy a perder el tiempo con codroños del alma, toda espera será recompensada.
Va por todos los que desaparecieron, los que se rieron, los que pasaron... Qué viva el celibato!
xoxo
Angie R
Nice article Angie! Very well done!
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